Localidades

Orihuela. (Alicante – Valencia / España). De una fuente islámica se indica que existe el texto de una capitulación firmada en 713, con motivo de la rendición de Orihuela, por el jefe árabe ‘Abd al‑‘Aziz, hijo y por Teodomiro, príncipe visigodo de la provincia de Murcia. Por esta y otras fuentes sabemos que para la población indígena cristiana y judía que se había sometido a la soberanía musulmana las condiciones de vida no eran, ni mucho menos, peores que anteriormente bajo el dominio de la nobleza visigoda. Los cristianos conservaban sus iglesias y sus monasterios y los judíos sus sinagogas. Además se quedaron con la mayor parte de sus propiedades personales. Los visigodos no sólo habían mantenido todo el sistema tributario romano con sus numerosos gravámenes, sino también los latifundios cultivados por esclavos. Gracias a la ocupación musulmana, muchos de estos latifundios fueron divididos y encomendados a arrendatarios indígenas. La mayor parte de los esclavos obtuvo la libertad, bien convirtiéndose al Islam —un cristiano o un judío no podían tener un esclavo musulmán— o emancipándose mediante el pago aplazado de un rescate, cosa que no permitía la legislación anterior. Los cristianos y judíos tenían que pagar, además de la contribución territorial general que también obligaba a los musulmanes, un impuesto personal, que compensaba al mismo tiempo el hecho de que estuvieran exentos del servicio militar. Además, el impuesto estaba graduado con arreglo a las clases y profesiones de los tributarios. Las mujeres, los niños, los monjes, inválidos, enfermos, mendigos y esclavos disfrutaban de franquicia tributaria. En el Museo Arqueológico de Orihuela, sito en el palacio de Rubalcaba, se exhibe una lápida judía datada de la segunda mitad del siglo VI o comienzos del siglo VII, probablemente procedente de la antigua Ilici (Elche). Consiste en un fragmento de loseta pétrea que tiene grabados una menorá sobre una columna y dos pavos reales, uno picoteando unos frutos redondos del árbol de la vida y el otro devorando a su pie una serpiente. Se trata de los mismos motivos que aparecen en la pileta tarraconense de época romana que se conserva en el Museo Sefardí de Toledo, en este caso sin inscripción. En 1326 los judíos orionalos fueron declarados exentos del pago del monedaje para así impulsar el crecimiento de la aljama. Del barrio judía no queda nada. Se extendía por las faldas de la Peña, zona de monte rocoso que se encuentra literalmente encima de la ciudad desde la calle Dr. José María Sarget, hasta el Seminario de San Miguel.
Lunes, 29 de abril de 2024 -

Sefardies.es

Un proyecto del
Centro de Documentación
y Estudios Moisés de León

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS