Aunque podría haber judíos antes, la primera presencia hebrea en A Coruña se documenta en 1375 con el nacimiento de Samuel, hijo de David Mordechai. La judería de La Coruña, que fue creciendo rápidamente a lo largo de la Baja Edad Media con el desarrollo de la vida comercial, industrial e intelectual de la población herculina, fue tan considerable que poco antes de la Expulsión de los Judíos de España en 1492 llegó a ser más próspera y rica y la de mayor actividad intelectual de todo el Norte de España. Una de sus actividades, reveladora de su alto grato de cultura, era la composición e iluminación de manuscritos en hebreo. Existen fundamentadas razones para pensar que luego de las persecuciones en Castilla, un gran número de judíos de ese reino se refugió en Galicia en general y en este importante puerto, en particular. Residían en el barrio A Rabiada, y un poco más hacia el mar, estaba la llamada Peña de dos Xudios, lugares que forma actualmente el ensanche de la ciudad. Se tiene conocimiento de que los judíos comerciaban con Castilla y Aragón, y que en 1451 contribuyeron con una elevada suma para el rescate de la judería de Murcia. Apenas quedan recuerdos de una Pena dos Xudios, cercana al barrio de A Rabiada, que fue el cementerio hebreo, donde ahora se levanta la Fábrica de Tabacos. Parece ser que no lejos del lugar de la Palloza, donde estuvieron primero las tres lápidas hebraicas gallegas conocidas, localizadas en 1874, hoy en el Museo Sefardí de Toledo, se abre la calle de la Sinagoga, cuya casa número 4 ocupa el emplazamiento de la que fue la Sinagoga, de la cual solo queda una cisterna, abierta en la peña viva, y en ella un manantial de agua.