Localidades

Trujillo. (Cáceres – Extremadura / España) - Ciudad que ha sido desde siempre un importante nudo de comunicaciones y culturas. Su rica historia que va desde las primeras poblaciones neolíticas hasta nuestros días, ha ido formando esta monumental ciudad. Trujillo emerge en el judaísmo peninsular como una de las principales aljamas, sobre todo a partir del siglo XV. Por su situación estratégica, Samuel Halevía elige el castillo de Trujillo como una de las fortalezas para proteger el tesoro de la corona. Es también la aljama de Trujillo foco de cierta actividad cultural hebrea, como lo evidencia el funcionamiento de la academia de estudios rabínicos. Artesanos, pequeños comerciantes y arrendadores de impuestos son los oficios principales desempeñados por los judíos trujillanos. En el siglo XIV la familia Cohen se dedica al comercio de paños. En la Plaza Mayor y los aledaños de la iglesia de San Martín vivían Barçilay, Isaque Saboca y otros judíos a mediados del siglo XV. En 1480 se establece la nueva judería en la zona de la Rinconada, donde estaba la “Plazuela de los judíos”, situada en la esquina de la Plaza Mayor, con el arco de entrada, en frente de la iglesia de San Martín, donde vivían los judíos más acaudalados de la aljama. Se conserva solo una lápida con una inscripción hebrea aprovechada como dintel en una portada de la calle de Las Tiendas (Números 10-12), en la trastienda de la Farmacia, al otro lado de ese muro, en la trastienda del comercio Calleja (en el número 8) se pueden ver tres salas abovedadas que formaban el cuerpo del edificio sinagogal. En el muro de la cual está inscrito el versículo de los Salmos 118:20 “Esta es la puerta del Señor, los justos entrarán por ella”. El barrio judío se extendía por el Rincón o Rinconada –una pequeña plazoleta- hasta la calle de Hernando Pizarro, incluyendo la calle Aburría. Para la “synoga de Trogillo” dió aceite Anita María Sánchez, conversa, según declaración ante la inquisición de Guadalupe de la hija de aquella, Inés González. En esta ciudad se han encontrado un par de lápidas hebreas. Una de ellas se halló en 1984 entre las ruinas de la iglesia de Santo Domingo, en un otero a las afueras de la ciudad, y es hoy propiedad particular del dueño de aquellos terrenos. La segunda se encuentra depositada en el antiguo convento de San Francisco, donde ahora funciona una Escuela-Taller. En el siglo IX la comunidad judía de Trogiella dependía de la autoridad judicial judía de Mérida, que por aquel entonces era la comunidad hebrea más grande la parte occidental de la península Ibérica. Y es muy probable que la judería trujillana recogiera alguno de los judíos que a lo largo del siglo IX salieran de Mérida, ciudad de constantes rebeliones frente a los emires de Córdoba, al destruir Muhamad sus fortificaciones, al no querer vivir en una ciudad sin defensas. Según una antigua tradición recogida por el cronista hispano hebreo del siglo XII, Abrahán ibn Dauid, crónica hebrea titulada Séfer ha-Qablalá, hubo muchos de los deportados por Tito a la península Ibérica que se establecieron en Mérida, lo cual nos hace pensar que entre estos deportados, debido a la cercanía de Trujillo y Mérida, se encontraron algunos de los primitivos judíos que se asentaron en esa ciudad y su zona. Continuando con la tradición de Daud, nos dice que la mayoría de los judíos, que en aquel tiempo se asentaron en la península eran artesanos dedicados al trabajo y comercio de la seda, los paños, los cueros, etc. Su Sinagoga, después de la expulsión de 1492, fue convertida en Monasterio de Santa Isabel.
Jueves, 28 de marzo de 2024 -

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