Se convirtió en Cristóbal Gómez de Castro. Escogió a Antioquia como punto de su viaje, por las noticias que hubiera conseguido de esta tierra a través de los parientes de los alemanes que trajo el judío Nicolás de Federmán. Este, iba en busca de “El Dorado”, pero su gente fue desertando ante la belleza y feracidad del Oriente de Antioquia, abundante en agua y otras riquezas naturales que los alemanes hallaron más prodigiosas que el encanto de todo el oro de la tribu Chibcha. El apellido árabe "Abulafia" significa "afortunado", "príncipe del pueblo de Israel". Pertenecía a la tribu de Leví. El no ocultó su prosapia a pesar de la reserva de la nobleza española hacia el pueblo hebreo. Añadía a la salutación del Arcángel San Gabriel "Ave María, parienta mía, madre de Dios...". Ellos venían de una tradición de "contadores" pues manejaban los impuestos en el Nuevo Reino Unido de España y también fueron doctos en medicina. Un descendiente de Samuel – Diego Gómez de Castro, fue padre de Álvaro, médico de los Condes de Orgaz. Diego aparece pintado por el Greco en el cuadro de El entierro del Conde de Orgaz, que se halla en la Catedral de Toledo (Castilla-León / España).